Mi historia de infertilidad no es interesante por lo
sofisticado de los tratamientos , ni por el número de intentos, ni siquiera por el tiempo
transcurrido. Cada pareja es única y cada historia diferente, y como tal la mía tiene
algunos rasgos que la hacen particular: que mi paso por la infertilidad fue teniendo ya
una hija , lo que me hacía actuar simultáneamente en el mundo fértil de mamás que
llevan sus hijos a la escuela y en el mundo infértil de frustración mensual , mes tras
mes , año tras año. Otra particularidad fue que mi lucha más difícil no fue contra la
imposibilidad física de concebir, sino contra la oposición de mi marido de tener otro
hijo, y la última fue mi trabajo. Soy médica ginecóloga y francamente me resultaba muy
perturbador ocuparme de la fertilidad ajena ,mientras yo tenía tantas dificultades con la
mía.
Como Malena tenía
ya 4 años era tiempo de poner manos a la obra, Fui y le pedía mi ginecólogo que se
sacara el DIU.
Soñaba con que se
rompiera un preservativo y con mi fertilidad
prodigiosa J, bastara para quedar embarazada. Pero eso
tampoco sucedió.
Mientras tanto .,
yo seguía con mi propia terapia hasta que nuestra relación llegó a tal deterioro que
fuimos a unas entrevistas de pareja por sugerencia de mi analista (Por si no lo sabían
Buenos Aires, en Argentina, donde vivimos ,es conocida por ser la capital mundial del
psicoanálisis Me imagino que se dan cuenta porqué De
esas entrevistas surgió que Claudio dejó de usar los preservativos ,pero medio a
regañadientes. El primer mes que tuvimos relaciones el día 11 del ciclo, me hice la beta
antes del atraso ¡Estaba completamente segura de estar ya embarazada! Además tenía
todos los síntomas J. Pero no
sucedió ese mes, ni el 2°, ni el 5°, ni el 9°. Todos los meses transcurrían más o
menos así:
1) Menstruación=
llanto y desilusión,
2) aproximación
de días preovulatorios (odiaba llamarlos días fértiles, ya que nunca lo
eran para mí, al final terminamos llamándolos los días menos infértiles )
= tensión en el ambiente ¿Conseguiría que Claudio accediera a hacerlo en esos
días?. Me ponía histerica , lo que conducía a :
3) gritos , peleas y acusaciones de sólo
lo querés hacer hoy porque es un día fértil (¿Obvio, no? J
4) conseguir montar un strip-show en medio del
escándalo y cumplir
5) Esperar , esperar y esperar para desembocar
siempre en :
1) Menstruación , etc, etc.......
El tiempo
transcurrido entre los 6 meses y el año, me resultó desconcertante y angustioso. Una
todavía no es una infértil oficial y no se siente con derecho a consultar
para que no la despachen con el consabido consejo de esperar un año y una exhortación a
no ponerse nerviosa L, pero ya
sospecha que algo anda mal
En ese lapso, me auto-indiqué algunos estudios indoloros : exámenes
de flujo e hice una consulta a los 9 meses. El especialista en fertilidad que me vió me
dijo que no me embarazaba ,porque estaba muy nerviosa y que tenía que ir a una
psicóloga. Cuando le contesté que justamente era mi psicóloga, la que me decía que
hiciera los estudios, respondió que los
psicólogos no saben nada de esas cosas. De todos modos le pude arrancar unas órdenes
para un espermograma y unos estudios hormonales para mi. Todo eso dió bien, pero llegué
al año , lo pasé y todo seguía igual....... Lo que hacía era decirme: voy a hacer tal
estudio, pero mejor el mes que viene , porque quizás me embarace este mes y ya no sea
necesario.......
Este especialista
me empezó a dar clomifeno y como yo estaba segura de que lo mío no era un problema
ovulatorio y no se había molestado en
hacerme un test postcoital, lo dejé. Por supuesto que Claudio opinaba que yo era una
maniática a la que ningún médico le venía bien.
Fue ella la que me
diagnosticó el factor cervical. Los espermogramas estaban muy bien , pero los
postcoitales eran un desastre. Con el tiempo llegamos a hacer 6 ó 7 , y el resultado era
siempre el mismo: 100% inmóviles. No hay problema, me dijeron, esto se
soluciona fácil con una IA ¿Fácil? Bueno , no TAN fácil.......
Me derivaron a un instituto de fertilidad para hacer otra
estimulación (con inyectables), y allí ¡sorpresa! Me dijeron que no valía la pena
hacer IA, ya que en la histerosalpingografía no se veían las trompas permeables (¿Se
acuerdan que había costado mucho pasar el líquido?).
En resumen: laparoscopia (las trompas estaban bien) e histeroscopia
(el cuello estaba prácticamente cerrado)
Estimulación con Puregon y más postcoitales. Como seguían dando
mal , el 3 de julio del 99 me inseminaron. Yo pensaba que las 6 IA
que me habían propuesto eran sólo un trámite antes de la/s FIV. Realmente
no le creía a mi médico cuando me decía que lo mío era sólo un factor
cervical, pero lo era , ya que quedé embarazada en esa 1° inseminación.
Ahora ya tiene 6
meses. Con el tiempo, nuestro matrimonio fue resurgiendo con la confianza que da el saber
que si pudimos sobrevivir a eso, podemos muchas cosas. Y cuando miramos a nuestras hijas
no podemos creer la suerte que tuvimos.
Estela.
Manel (36) y Mónica (35)
Comenzamos a pensar en tener hijos cuando yo cumplí 31 años. Eramos
absolutamente inocentes y, como muchos, pensábamos que se trataba
simplemente de dejar de tomar anticonceptivos y como por obra de magia, me
quedaría embarazada. Aún recuerdo la cara de mi marido la primera vez que
hicimos el amor "sin protección", una cara que decía "ya está,
ya lo hemos
hecho, hala, ahora a esperar 9 meses y a cambiar pañales!!!" Ese mes me
vino
la regla, y el siguiente, y el otro....y yo comencé a leer y a leer y a
observar mi cuerpo y a enterarme de cómo era en realidad el ciclo femenino.
Después de tanta lectura (y de otras cosas, por supuesto), llegó el anhelado
embarazo al cabo de unos 8 meses. Seguíamos siendo inocentes y pensando que,
aunque nos había costado mucho tiempo (para nosotros entonces era mucho
tiempo), por fin lo habíamos conseguido, y por supuesto, aún con el test de
embarazo en la mano, empezamos a llamar a familia y a amigos para dar la
buena noticia. Pensábamos en nombres, en cómo pondríamos la habitación, en
qué mes nacería....
Mi deseado embarazo acabó a las 8 semanas, tras un doloroso (física y
mentalmente) aborto espontáneo. Como no habíamos hecho ecografías, no
supimos nunca cual fue el motivo, ni siquiera cuánto llegó a evolucionar el
embrión. El caso es que mi ginecólogo no le dio mayor importancia y dijo que
"estas cosas pasan" y que era más común de lo que pensábamos. Que
volviéramos a intentarlo.
Y volvimos a intentarlo. Entre tanto, yo veía que algún problema tenía yo
que tener para que desde la ovulación hasta la regla pasaran tan pocos días.
Y leyendo y leyendo, y buscando y buscando en Internet, llegué a la
conclusión de que mi problema, o uno de ellos, podía ser un déficit de
progesterona. Así que con mis gráficas de temperatura basal me fui a mi
ginecólogo y le dije si no le parecía que pudiera ser ese problema. El me
mandó hacerme un análisis de sangre y también un seminograma de Manel.
Conclusión: mi progesterona era baja y el seminograma de Manel era
HORROROSO, habían pocos y malos, a lo cual mi médico dijo que nuestra única
salida era la inseminación artificial. Yo no entendía nada, pero si ya me
había quedado embarazada, cómo podía ser? Así que con la recomendación de
que Manel fuera a un urólogo, y la noticia de que no íbamos a poder
conseguir un embarazo de forma natural, me despedí de él.
Ese mismo mes me vino la regla antes de tiempo. Además, era una regla
"rara", al cabo de una semana seguía manchando y al final, harta de
mi
ginecólogo, me fui de Urgencias a Dexeus porque pensé que "algo tenía",
no
sé, un quiste, un tumor, "algo". Me hicieron un reconocimiento y un
análisis
de orina. Cuando me vestí y pasé a la consulta, el ginecólogo que me había
atendido me dijo que me habían hecho una prueba de embarazo "y que no había
salido negativa". Ya sabéis que dos negaciones hacen una afirmación, así
que
le pregunté con cara de idiota si me estaba diciendo que estaba embarazada.
Me dijo que eso parecía, pero que para confirmarlo tenían que hacer un
análisis de sangre y ver si era un embarazo evolutivo, o un embarazo
ectópico o qué pasaba, porque los sangrados no eran normales. Le comenté los
resultados de mi progesterona y me recetó suplementos de progesterona. La
beta en sangre dio positiva, y me hizo repetirla a los dos días. El número
se había duplicado así que parecía que estaba embarazada y que el embarazo
seguía activo. Una ecografía reveló un saco gestacional en el útero, con lo
cual se descartó también un embarazo ectópico. PERO.......el saco
gestacional era pequeño para las fechas y no se observaba ninguna estructura
dentro de él. Nueva ecografía a la siguiente semana revela lo
mismo........Diagnóstico: huevo anembrionado. Legrado y fin de mi segundo
embarazo.
En este momento nos preguntamos mil cosas. Qué pasaba, qué nos pasaba. En el
legrado no hubo tejido suficiente para analizar, por lo tanto causa
desconocida. Fallo cromosómico en los inicios de división celular. Así le
llamaron a la pérdida de mi segundo sueño.
A partir de ahí, mil pruebas. Nuevo seminograma de Manel, cuyo resultado es
más que aceptable (Pregunta: por qué el primero salió fatal y este estaba
tan bien? Respuesta: el primero coincidió con una época de gran estrés de mi
marido, incluyendo cambio de trabajo. Y parece mentira, pero la calidad del
semen se ve seriamente afectada por el estrés), y para mí: una analítica
hormonal completa, pruebas de anticuerpos antifosfolípidos, anticuagulante
lúpico, funcionamiento del tiroides, cariotipo de mi marido y mío, biopsia
de endometrio.......TODO NORMAL. Y claro, dices "Gracias a Dios!",
pero
también dices, "¿y entonces......?".
Después de los 3 meses de espera de rigor, y con la ayudita de seguir
tomándome la temperatura y utilizar tests de ovulación, me quedo de nuevo
embarazada al primer mes de intentarlo. ¡¡¡Por fin!!! ¡¡¡A la tercera va
la
vencida!!! Esa era la buena, la definitiva, aquí estaba nuestro bebé........
Esta vez fuimos más cautelosos y no lo dijimos más que a un par de amigos
íntimos, ni siquiera a la familia. Vimos latir su corazoncito en la
ecografía de la semana 6, y Manel se emocionó. Como fue en vacaciones,
compré un papel pintado para la futura habitación del bebé, y le puse una
cenefa de ositos.......
La siguiente ecografía en la semana 10 reveló que nuestro pequeño había
dejado de evolucionar hacía un par de semanas. La cara de la ecografista no
se me olvidará en la vida. Pobrecita, leyó nuestro historial antes de
empezar a hacerla y cuando vio que el embrión no se movía, ni latía, no
sabía cómo decírnoslo......aunque yo lo veía en la pantalla me negaba a
creerlo. Salimos de allí alelados, con un nuevo legrado programado para el
día siguiente. Con deciros que nos fuimos al cine, os podéis imaginar cómo
estábamos de aturdidos, creo que ni siquiera nos dimos cuenta de lo que
pasaba.....
Esta vez se pudo analizar el embrión y nos dijeron que sufría una trisomía
en el cromosoma 13. Es la tercera alteración cromosómica más usual, después
de la 21 y la 18. Nuestro bebé podría haber llegado a nacer, sufriendo unas
consecuencias terribles, malformaciones en casi todos sus órganos,
imposibilidad de caminar, hablar, moverse, y esperanza de vida inferior a
los 2 años. No sabéis cómo me alegré de comprobar que la naturaleza es
sabia..........
Después de ese tercer aborto casi caí en una depresión. Me pasaba los días
llorando, no podía dejar de llorar. No podía hablar con nadie, ni siquiera
con mi marido el cual, pobre, no sabía qué hacer. Él también lo pasaba mal,
él también lo sentía, pero se hacía el fuerte porque yo estaba tan mal. Al
final, su fuerza me dio ánimos para sobreponerme y pensar que por lo menos
nos teníamos uno al otro. Creo que es un sentimiento que todas
comprenderéis.
A estas alturas, nuestro diagnóstico según nuestro médico era "MALA
SUERTE".
No teníamos una causa para los abortos. Los dos somos normales, podemos
concebir. Simplemente nos dijo que el azar nos estaba jugando una muy mala
pasada, que no parecía que ninguno de los abortos estuvieran relacionados,
ya que cada uno había sido por una causa diferente. Que nos daba la venia
para seguir intentándolo aunque, debido a la alteración genética de este
último embrión, recomendaba amniocentesis para nuestro próximo embarazo (yo
sólo pensaba que OJALÁ llegase el momento de tener que decidir si me hacía o
no la amniocentesis......).
Bueno, y llegamos a Enero de 1999. Nuevo embarazo y MILLONES de temores. Un
no vivir. De entrada, empiezo a manchar a la siguiente semana de hacerme el
test de embarazo. Llorando a lágrima viva, me voy a Urgencias y me espero
pacientemente durante más de 1 hora a que por favor me hagan una ecografía y
me digan si estoy abortando nuevamente. Allí, sola y llorando en la sala de
espera, pasé algunos de los peores momentos de mi vida. Hasta vino una
enfermera a consolarme.... En la ecografía que por fín me hacen se observa
saco gestacional con VESICULA VITELINA en su interior. El diagnóstico es:
amenaza de aborto y recomendación de nueva ecografía en dos semanas.
La siguiente ecografía en la semana 7.....aprobado!!!! embrión vivo y latido
!!!! Al cabo de unos días vuelvo a Urgencias histérica perdida porque me han
desaparecido todos los síntomas de embarazo (tensión en el pecho, sueño,
etc.). La ecografía me demuestra que me equivoco y que mi pequeño/a sigue
creciendo. Vamos superando etapas.....una nueva ecografía a la semana
12......vemos sus manitas y su cabecita, y sus piernas!!!! Y parece que
llega el momento de la amniocentesis, y yo ya tengo un poco de barriguita
(estoy en la semana 16) y me entran las dudas....pero me la hago, y me dicen
que tengo una NIÑA SANA dentro de mí.....y poco después empiezo a notar sus
pataditas, y a partir de ese momento los temores empiezan poco a poco a
disminuir (nunca a desaparecer). Y cambiamos la decoración de su cuarto,
cautelosamente, y empezamos a preparar su ropita, su cochecito, a volver a
pensar en nombres.......y llega el momento del parto y es MAGICO!!! Con mi
marido a mi lado viendo nacer a nuestra hija, a pesar de que hubo algún
contratiempo, entre ellos que cuando me rompieron las aguas éstas salieron
turbias, y que mi hija venía con dos vueltas de cordón alrededor del
cuello......pero es una niña guapísima y sonrosada que llora y que llega al
mundo abriendo los brazos y pidiendo paso como diciendo "aquí
estoy!!!"
Bueno, si habéis llegado hasta aquí, creo que os merecéis un premio!!! Ni
siquiera me he dado cuenta de cuanto había escrito.
Como conclusión, sólo deciros que la maternidad me ha hecho mejor persona.
Descubres que existe un amor que no conocías. Es como el ciego que de
repente puede ver, como descubrir que puedes volar. Una piensa que ama, que
vive, que siente, pero cuando tienes un hijo, descubres lo que es amar,
vivir, sentir. Es un TODO. Es tu vida. Darías tu vida por esa cosita
pequeña. Morirías mil veces si pudieras por él, por ella. No es que te anule
como persona, que pases a ser madre en vez de mujer. Es que tú eliges,
decides, que esa cosita que llora a tu lado en su cuna es tu vida. Que tu
corazón es el que late dentro de su cuerpo. Que tu vida empieza cuando das
vida.....
Así que ya conocéis mi historia. Mi hija Cristina pronto cumplirá un año.
Cada vez que la miro no pienso en lo mal que lo hemos pasado, sino que doy
gracias por tenerla. Volvería a pasar todo lo que pasé y mil veces más.
Aunque a veces creas que no puedes más, la recompensa llega y es
insuperable.
MónicaS
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